¿Qué hacer con los niños en vacaciones?

Aunque en un principio más de uno se eche las manos a la cabeza cuando los niños empiezan las vacaciones de verano, en realidad hay cientos de planes que se pueden hacer para que los niños se diviertan.

Si sois de los que no se os ocurre nada de primera, lo mejor es hacer una agenda de vacaciones, que incluya paseos, salidas al parque o a la piscina, ir al cine, deporte o quedadas con amigos.

Todo esto sin olvidar, por supuesto, dedicar un tiempo para los deberes del colegio, para así no tener que hacerlos todos los últimos días.

También es importante que los niños tomen consciencia de las tareas que deben realizar y que deben responsabilizarse de ellas. Les será mucho más ameno si los conviertes en un juego.

Además, si sales de viaje también podéis ir a muchos sitios como parques temáticos, donde se asegura la aprobación de los más pequeños con atracciones de todo tipo con las que tus hijos se lo pasarán en grande.

Un clásico de las vacaciones de verano, son la playa y la piscina, los niños estarán encantados jugando en el agua y en la arena.

Si estás en la playa, tus hijos pueden aprovechar para hacer amigos y, quien sabe, puede que algo más, al fin y al cabo las vacaciones es siempre sitio de enamoramientos, aunque quizá efímeros.

Otro sitio que pueden visitar, al contrario de lo que puede parecer son museos, ya que cada vez hay más museos adaptados para los más pequeños, con programas interactivos y actividades específicas para ellos.

También se puede aprovechar para que los niños tomen contacto con la naturaleza, es una buena oportunidad para llevar a tus hijos a un zoológico o un acuario, ellos lo disfrutarán tanto o incluso más que tú.

Entre otras actividades a destacar encontramos desde hacer un picnic, fabricar y volar una cometa, hacer teatro en casa, hasta lo más clásico como hacer una carrera o jugar al escondite.

Si no se quiere gastar dinero en cambiar de aires y se cuenta con una casa en el campo, ya sea propia o de un familiar, es una buena idea, sobre todo si se vive en ciudad, viajar al pueblo para que los niños, y los no tan niños respiren aire puro y tengan un mayor contacto con la naturaleza.

Si bien todas estas actividades hacen más llevaderas las vacaciones a los más pequeños, los adultos deben tener en cuenta que deben reservar un hueco para ellos, ya que los niños son una fuente inagotable de energía y al fin y al cabo, todos tenemos que tener nuestro momento. Aprovecha para pasar tiempo con tus amigos para relajarte.

Aunque si lo que se pretende es relajarse o, simplemente se trabaja cuando los niños están de vacaciones, se puede recurrir a dos clásicos, pasar el día con los abuelos, tíos, primos y demás familia, o recurrir a los campamentos de verano.

Hay varios tipos de campamentos en función de los intereses del niño, como lo son campamentos de inglés, naturaleza y ciencia, aventura académica, educación emocional, arte y escenografía, entre otros.

Entre las actividades que se realizan destacan senderismo, excursionismo, juegos de orientación, windsurf, escalada, entre otros.

Con todas estas actividades ya no hay excusas para que los niños se diviertan en verano.